vengo con una maleta llena de ropa y vacia de recuerdos.
hace apenas unas horas que pisé suelo berlinés.
escribo mientras veo la antigua iglesia de Marienkirche iluminada,
la banda sonora de este momento la ponen los coches y esa pandilla de alemanes
que se rie a carcajadas.
Soledad y alegria. Dos conceptos que resultan contrapuestos, y su vez, indispensables.
Hace poco mas de un mes que me entere de que hoy estaría en esta ciudad viviendo.
siempre lo digo, la vida es tan absurda, como maravillosa.
1 mes en Berlin.
1 mes de practicas con PotiPoti (http://potipoti.com/)
1 mes de sueños.
Un mes, nos vemos en un mes.